El COVID-19 ha afectado y mucho a la vida escolar de nuestros hijos. En marzo cerraron los colegios y las clases se trasladaron de forma online a las casas. Seis meses después, los niños y niñas han vuelto al colegio, pero lo cierto es que no sabemos por cuánto tiempo. Dependerá mucho de cómo evolucione la pandemia. Esta situación nos invita a reflexionar sobre la importancia de fomentar el autodidactismo en nuestros hijos y enseñarles que el aprendizaje no se limita al ámbito escolar, sino que es algo que deben fomentar desde cualquier sitio en el que se encuentren, tengan o no el apoyo presencial de un profesor.
Toru Kumon, el creador del famoso método de aprendizaje Kumon, decía que “se puede obligar a un niño a estudiar hasta un límite, pero el potencial de crecimiento mediante un aprendizaje autodidacta es infinito”. Esta idea no solo refuerza la reflexión del anterior párrafo, sino que aporta aún más beneficios al aprendizaje autodidacta.
Pero, ¿cómo podemos inculcar en nuestros hijos esta habilidad tan necesaria en los tiempos que corren? Os damos unas claves:
- Responsabilidad y autonomía.
El afán por conseguir que todo salga perfecto nos lleva a hacer cosas por nuestros hijos que podrían hacer ellos. Detrás de esta actitud se esconde el miedo a que nuestros hijos no lo hagan bien o fracasen. Por ejemplo, les metemos la merienda en la mochila porque nos da miedo que de no hacerlo se les olvide y no tengan nada que comer en el recreo. Incluso, muchas veces, les «hacemos» los deberes cuando no los entienden porque no queremos que los lleven sin hacer.
La clave es no hacer por ellos aquello que ya puedan hacer por sí mismos. Irles haciendo, poco a poco y de forma progresiva, responsables de sus tareas para que se sientan capaces de realizarlas.
2. Ver el error como un aprendizaje
Esto es lo que hay que intentar transmitir a nuestros hijos y confiar más en su capacidad de resiliencia, de sobreponerse a los errores.
3. Fuera excusas
Las excusas nos inmovilizan, nos impiden salir de la zona en la que nos encontramos. Por tanto, intentemos que cuando nuestros hijos vengan quejándose, conviertan su queja en propuesta.
4. El valor de la perseverancia
Si queremos que nuestros hijos sean autodidactas, tenemos que inculcarles la cultura del esfuerzo. Un primer paso para conseguirlo es que valoremos más el esfuerzo que han realizado por conseguir algo que el resultado. Porque si valoramos el resultado y algún día fallan, dejarán de enfrentarse a retos por miedo a no superarlos y defraudarnos.